En los últimos años, la asistencia física vestible (exoesqueletos) se ha vuelto de interés para el sector de la fabricación industrial. Ofrece un nuevo enfoque para mejorar la calidad del trabajo, la eficacia de la tarea y la productividad, al combinar la inteligencia y la destreza humana con la asistencia robótica o mecánica. Las necesidades industriales se clasifican en tres categorías: posturas y movimientos incómodos, manipulación de cargas de trabajo pesadas y asistencia para el esfuerzo de montaje.

Por lo cual, son cada vez más las empresas que apuestan por esta tecnología, dado que, sin necesidad de ampliar espacios, pueden alcanzar el objetivo que desde siempre ha habido en todos los puestos de trabajo: reducir las lesiones por sobrecargas musculoesqueléticas, malas posturas y movimientos manuales y repetitivos con el subsiguiente estrés y fatiga.

Los exoesqueletos industriales, que confieren al operario un cierto aspecto robótico, se acoplan a la persona para darle soporte, mediante el acompañamiento de sus movimientos y aportación de fuerza para sujetar o levantar desde el suelo cualquier material. Esto les permite, entre otros, soportar herramientas para realizar trabajos por encima de sus hombros y cabeza, que sin esta tecnología estarían limitados, y más en el caso de los de mayor edad.

El alivio de la tensión y el esfuerzo contribuye a aumentar la precisión y la velocidad en la ejecución de las tareas realizadas a una altura por encima de la cabeza, así como a mitigar la fatiga y el cansancio del trabajador, de modo que favorece su rendimiento, la productividad y la calidad del producto.

El uso de estos dispositivos, que también sirve para formar los empleados y mejorar sus habilidades, lo beneficiará tanto a él, al ver reducido los sobresfuerzos musculoesqueléticos, esguinces o dislocaciones, que son las principales causas de accidentes, lesiones y absentismo en el sector industrial, como a la empresa, puesto que disminuirá el número y el coste de bajas laborales, siendo este último mucho mayor que el coste un exoesqueleto.

Detrás del desarrollo de toda esta tecnología, se esconde un esfuerzo incesante por integrar medidas ergonómicas preventivas, que sirvan a su vez como EPI 4.0 (Equipo de Protección Individual) y no, la de dar a los operarios una fuerza sobrehumana.

Con los años esta tecnología ha  ampliado su radio de acción y son cada vez más habituales en todo tipo de actividades y trabajos. Actualmente se emplean sobre todo en la fabricación, la construcción y la logística y se está empezado a implantar ya en sectores tan dispares como en el sector ferroviario y la agricultura. 

En el sector de automoción, donde su implantación ya está muy avanzada; se utiliza especialmente en aquellos puestos donde se realizan operaciones debajo de la carrocería del vehículo con atornillados, colocaciones de cables y en los que se trabaja con los brazos en alto.

Entre los principales avances que se están produciendo en este campo, se encuentra la incorporación de tejidos inteligentes que permiten detectar mediante sensores integrados en los materiales, los parámetros de esfuerzo y consumo energético con el fin de mejorar en todo momento a los trabajadores la calidad de su trabajo y proporcionar pronósticos inteligentes para optimizar su salud frente a las tareas que realizan.


CTAG representa una referencia a nivel europeo para la validación de exoesqueletos dentro de la industria y algunos de los sistemas con los que trabaja son:

Exoesqueleto de manos, utilizado por ejemplo en procesos de atornillado, donde el guante motorizado reduce la carga muscular que soporta la persona a lo largo del día.


Exoesqueleto de pierna, que alivia las tareas centradas en el trabajo a media altura, permitiendo un apoyo para las personas y evitando realizar las tareas de pie con lo cual reduce el agotamiento y mejora la precisión de las operaciones.


Exoesqueleto de espalda, que está focalizado en el movimiento de elementos, como puede ser la descarga de cajas, y permite proteger a las personas cuando realizan operaciones de movimientos rápidos.


Exoesqueleto de hombros, que palía el trabajo con brazos levantados (puestos bajo caja) trasmitiendo las cargas (el propio peso de los brazos) a las caderas-piernas a través de un eje vertical que hace las veces de columna vertebral, aliviando considerablemente la presión en las vértebras.


Además, CTAG forma parte del centro de excelencia mundial Get2Excel.org que aglutina todos los avances mundiales en este campo. A través de esta asociación se trabaja en la definición de las nuevas líneas y tendencias de desarrollo, así como en la estandarización de los desarrollos dentro de esta incipiente industria.

En el marco del proyecto MAINGAP, CTAG trabaja en acercar estas soluciones a las empresas dando a conocer sus ventajas a través de casos de uso concretos. Estas actividades están cofinanciadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg V-A España-Portugal (POCTEP) 2014-2020.

Para saber más sobre esta tecnología, tienes en el siguiente enlace acceso a la entrevista realizada a Jawad Masood, experto en exoesqueletos de CTAG:  https://bit.ly/3l8myQv

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